LAS IDEAS Y SU FORMACIÓN
LA IDEA Y SU FORMACIÓN
Estudios Breves de Filosofía
Por Liliana Romero
25 de Junio de 2012
Ideas Concepto y tipos:
Para Locke, todo lo que hay en la mente. Para Hume, las imágenes debilitadas de las impresiones.
Siguiendo a Descartes, Locke llamó “ideas” a todo lo que se ofrece a la percepción interna, es decir a todo contenido de conciencia. En la terminología de Hume, es lo que éste llama “percepción”. Es el término más genérico que podemos utilizar para referirnos a lo que se encuentra en la mente: en este sentido son ideas los pensamientos, las sensaciones, los recuerdos, las fantasías, pero también los deseos, los sentimientos y las emociones. Sin embargo, en Hume el término “idea” tiene un significado más restringido: a todo lo que encontramos en la mente le llama percepción y divide a éstas en impresiones e ideas: las ideas son las imágenes debilitadas de las impresiones, como cuando pensamos, imaginamos o recordamos.
A. Ideas Simples
Para Locke eran las ideas más elementales, los “átomos” del conocimiento, irreductibles a ideas más básicas, y las dividió en ideas de sensación e ideas de reflexión. Hume las identificó con un tipo de percepciones, las percepciones copias de las impresiones cuya combinación da lugar a las ideas complejas.
Ideas simples de reflexión: Son para Locke las ideas que se refieren a la propia vida psíquica y de las que tenemos noticia por experiencia interna o percepción interna, como la idea de dolor, de alegría, ...
Ideas simples de sensación: son para Locke las ideas que aparecen en la experiencia externa o percepción externa. Se identifican con lo que ahora llamamos sensaciones. Se dividen en ideas de cualidades primarias e ideas de cualidades secundarias. Siguiendo a Galileo y a Descartes, Locke consideró que no todas las ideas de sensación tienen una validez objetiva, no todas representan propiedades reales de los objetos. A las ideas que representan propiedades reales de los objetos, propiedades que realmente se encuentran en las cosas físicas, les dio el nombre de “ideas de cualidades primarias” y a las que no representan cualidades realmente existentes, y que son en este sentido subjetivas, el nombre de “ideas de cualidades secundarias”.
Como ejemplos de cualidades primarias cita Locke la extensión, solidez, forma, movilidad y reposo y número; como ejemplos de cualidades secundarias cita los colores, los sonidos, el calor, olor y gustos. Las ideas de las cualidades secundarias no representan nada de los objetos mismos, en los objetos solo existen unas potencias para producir en nosotros dichas sensaciones por medio de las cualidades primarias. Locke consideró que las cualidades secundarias no existen propiamente en los objetos, pero sí las primarias; Berkeley radicalizó este punto de vista al considerar que ninguna de las ideas de sensación tienen una correspondencia con realidades exteriores a ellas mismas (para él no existe la materia).
B. Ideas complejas
Locke y Hume utilizaron este título para referirse a aquellas ideas que se forman a partir de las ideas simples; son fundamentalmente las de relaciones, modos y substancias.
Ideas de Modos: para Locke los modos son las ideas complejas que se refieren a propiedades que no subsisten por sí mismas sino que dependen de las substancias. Pone como ejemplos las ideas de triángulo, gratitud y asesinato. También Hume utiliza esta expresión para referirse a las ideas complejas que describen propiedades que se predican de las cosas, como la idea de belleza, o la idea de baile.
Ideas de Relaciones: Locke y Hume afirmaron que las ideas complejas son consecuencia de la comparación de una idea con otra (idea de padre, idea de antes, después, arriba, mucho, poco, ...).
Ideas de Substancias: Locke y Hume llaman de este modo a las ideas complejas que representan cosas particulares que subsisten por sí mismas. Locke consideró que las ideas de substancias tienen un valor objetivo, pues podemos conocer nuestra mente mediante una certeza basada en la intuición, las substancias físicas mediante la sensación y la substancia infinita o Dios mediante una certeza demostrativa (creyó posible demostrar su existencia mediante el principio de la causalidad). Berkeley rechazó la objetividad de las ideas de substancias materiales y aceptó las de substancias espirituales (tanto las humanas o finitas como la infinita o Dios). Hume rechazó la objetividad de las ideas de substancias físicas y de las ideas de substancias espirituales.
Ideas innatas: Son las ideas que se encuentran en nuestra mente antes de cualquier experiencia o percepción del mundo. La más importante es la idea de Infinito o Dios. Han sido implantadas en nuestra mente por Dios.
Descartes no limitó lo innato a los conceptos (como los de Dios, substancia o los conceptos matemáticos), también consideró que hay principios innatos o verdades eternas, por ejemplo en lógica y en física. Las proposiciones “cosas que son iguales a una misma cosa, son iguales entre sí”, o “de la nada nada sale” son principios de este tipo. La experiencia perceptual no permite nunca establecer nada con absoluta universalidad, y sin embargo tenemos verdades que se presentan como universales, luego estas no pueden descansar en la experiencia sino en la naturaleza de la propia razón.
Descartes no consideró que las ideas innatas están en nuestra mente de forma actual o como un saber siempre a nuestra disposición. El niño no tiene el concepto de Dios de esta manera. Cuando Descartes se refiere a lo innato en nuestra mente quiere indicar que la experiencia empírica o percepción no puede justificar ciertos contenidos mentales, y que si los tenemos es porque descansan en la propia naturaleza de nuestra mente. Hay en nosotros una potencialidad innata por la cual conocemos a Dios; la idea de Dios es innata en el sentido de que es producida por una capacidad natural de la mente, es innata de una manera potencial, no actual. En el breve escrito “Observaciones sobre la explicación de la mente humana” explica cómo debemos entender lo innato: “uso este término en el mismo sentido que cuando afirmamos que la generosidad es innata en algunas familias y que en otras lo son algunas enfermedades como la gota o el cálculo, pero no en el sentido de que los hijos de esas familias padezcan estas enfermedades desde el vientre de sus madres, sino en el sentido de que nacen con cierta disposición o facultad para adquirirlas”.
Nuestras ideas claras y distintas de las naturalezas simples son innatas, y también lo es nuestro conocimiento de los principios universales y ciertos, y las leyes de la física. Esto fomenta la idea del carácter deductivo de las ciencias y un cierto olvido del experimento. La física depende de la metafísica: podemos llegar por el análisis a naturalezas simples como la extensión y el movimiento, y a partir de éstas podemos deducir las leyes generales que gobiernan cualquier mundo material. Aunque el propio Descartes hizo realmente trabajos experimentales en física y anatomía, sin embargo llegó a escribir en 1638 en carta a Mersenne “mi física no es otra cosa que geometría” (por lo tanto, conocimiento puramente deductivo construido a partir de verdades primeras o naturalezas simples de carácter innato).
Ideas facticias: Aquellas ideas consecuencia del poder de nuestra imaginación. Las construye la mente a partir de otras ideas. Si me imagino un ser formado por el cuerpo de un perro y la cabeza de un dragón, el pensamiento o idea de esta entidad fantástica pertenecería a este grupo.
Ideas adventicias: Las ideas consecuencia del influjo del mundo exterior sobre nuestros sentidos. Son las ideas (las sensaciones, imágenes y conceptos), que pueden explicarse a partir de la experiencia perceptual que tenemos del mundo. Son, por lo tanto, las ideas que dan lugar al conocimiento empírico.
Una idea sobrevalorada es una creencia persistente y no racional que se mantiene durante un período de tiempo pero presenta menos intensidad que la idea delirante ya que usualmente la persona puede aceptar la posibilidad de que su creencia no sea cierta. Pueden ser psicológicamente comprensibles si se analiza la historia de vida de la persona y generalmente no tienen un marcado carácter auto referencial sino que en muchas ocasiones hacen alusión a cuestiones sociales, políticas o religiosas. En palabras sencillas: generalmente la idea sobrevalorada tiene una causa y una explicación lógica pero la persona la enfrenta brindándole una importancia mayor de la que verdaderamente posee.
En el caso de las ideas obsesivas, la diferenciación es más sencilla ya que la persona reconoce que sus creencias son absurdas e intentan luchar contra ellas.
Por supuesto, esta diferenciación se realiza en el plano teórico porque en la realidad se hace mucho más complejo diferenciar las ideas delirantes de las obsesivas y las sobrevaloradas; sobre todo porque la mayoría de las ideas delirantes tienen cierto grado de obsesión y sobrevaloración del argumento.
Jaspers nos brinda un acercamiento al delirio que coquetea con lo psicológico y lo poético: "el delirio es una experiencia original e intransferible, una alteración de la relación con la realidad que implica a toda la personalidad; la idea delirante es una solución "inevitable" a un error producido en el encuentro humano como consecuencia de un proyecto de vida estrecho y coartado. La soledad, el aislamiento y la distancia son aspectos centrales de todo delirio porque vivir en el delirio es un modo peculiar de vivir en el mundo". Para este autor la idea delirante sería la percepción y la atribución anómala a un concepto real sin que medie una causa comprensible en términos racionales o emotivos.
No obstante, vale aclarar que estas ideas no se mantienen estáticas a lo largo de la enfermedad sino que van evolucionando (o sería más adecuado decir: involucionando) hacia teorías cada vez más complejas.
Jaspers también hace referencia al delirio como una “forma peculiar de vivir el mundo”; para comprender esta peculiaridad nada mejor que acercarse el estado definido como Wahnstimmung, la etapa donde las ideas delirantes comienzan a surgir. Entonces se experimenta una sensación angustiosa y terrible sustentada en la idea de que el mundo está cambiando de manera progresiva e indefinible; las personas a su alrededor se hacen cada vez más siniestras, misteriosas e indescifrables; todo se hace extraño, enigmático y rígido. Ante estas transformaciones (evidentemente ficticias), la persona se siente perpleja, experimenta gran incomodidad; como si estuviera entrando en una dimensión desconocida por lo cual intenta brindarle un sentido a estos cambios: el delirio. Este estado se caracteriza porque disminuye considerablemente la actividad motora.
LA FORMACIÓN DE LAS IDEAS
Es una forma o apariencia es el primero y más obvio de los actos del entendimiento que se limita al simple conocimiento de algo
en el cerebro los neuro-trasmisores modifican e incluso dan forma al comportamiento humano. Uno de ellos se conoce como serotonina, que entre otras funciones controla el apetito, el estado de ánimo, la memoria y el aprendizaje
el aprendizaje se relaciona con la función de los lóbulos frontales y el tálamo.
el tálamo es la puerta sensitiva de todo lo que vemos, oímos tocamos es el filtro que controla el flujo de la información sensorial a través del cerebro filtrada del tálamo viaja hacia áreas de la corteza para su procesamiento y esa información toma camino hacia los lóbulos frontales esta es la zona más inteligente del cerebro pues utiliza la información entrante para tomar decisiones entre ellos las ideas y los conocimientos aprendidos
en los lóbulos frontales es dónde se ubican las capacidades del pensamiento y el razonamiento altamente ordenados, dan sustento a todo aprendizaje complejo y especializado.
El pensar es un proceso consistente en relacionar dos o más ideas de forma que se obtenga una nueva idea de esta combinación
Por lo tanto, las ideas son los elementos necesarios para que exista el pensamiento.
Los sentidos nos proporcionan elementos informativos sobre distintos aspectos de la realidad; por ejemplo: forma, color, tamaño, cualidades, etc. Estos distintos elementos, a través de los procesos mentales, se relacionan unos con otros y se complementan o contrastan, se asimilan o diferencian, de manera que poco a poco vamos estableciendo ideas más completas y exactas de la realidad que captamos.
Esto supone que las ideas, como representación mental de la realidad:
son abstractas porque sólo existen en la mente; mientras que en la realidad existen los objetos, que son concretos.
Aunque no dependen de estímulos sensoriales, ellos proporcionan los elementos básicos de las ideas.
La formulación de las ideas
Se logra a través de un doble proceso:
Abstracción: consiste en separar mentalmente una cualidad de otras, considerándola aisladamente; por ejemplo: negro, duro, alargado, etc.
Generalización: es la aplicación de las características abstraídas a nuevos objetos o hechos; por ejemplo: las cualidades negro, duro, alargado se pueden aplicar a un clavo, a un tubo, etc.
La abstracción supone un análisis, una búsqueda de características y cualidades que identifiquen un objeto.
La elaboración de una idea supone que primero se ha realizado un análisis y posteriormente una síntesis generalizadora.
La exactitud de una idea depende de este doble proceso; porque si el análisis es simple, la generalización será excesivamente grande y comprenderá muchos objetos distintos, como en el ejemplo citado en el que las cualidades negro, duro, alargado, pueden aplicarse tanto a un clavo, a un tubo, a una barra metálica y a otros muchos objetos
Conclusión
Desde el punto de vista psicológico se puede entender que las ideas son todo lo que se ofrece a la percepción interna, es decir a todo contenido de conciencia. En la terminología de Hume, es lo que éste llama “percepción”.
Las ideas están clasificadas de dos formas: Simples y complejas, las simples se denominan según Locke eran las ideas más elementales, los “átomos” del conocimiento, irreductibles a ideas más básicas, y las dividió en ideas de sensación e ideas de reflexión. Hume las identificó con un tipo de percepciones, las percepciones copias de las impresiones cuya combinación da lugar a las ideas complejas. Las complejas Locke y Hume utilizaron este título para referirse a aquellas ideas que se forman a partir de las ideas simples; son fundamentalmente las de relaciones, modos y substancias.
Estas se forman debido a que los actos del entendimiento que se limita al simple conocimiento de algo en el cerebro los neuro-trasmisores modifican e incluso dan forma al comportamiento humano. Uno de ellos se conoce como serotonina, que entre otras funciones controla el apetito, el estado de ánimo, la memoria y el aprendizaje
El aprendizaje se relaciona con la función de los lóbulos frontales y el tálamo.
El tálamo es la puerta sensitiva de todo lo que vemos, oímos tocamos es el filtro que controla el flujo de la información sensorial a través del cerebro
Bibliografía
Libros consultados biblioteca nacional:
Introducción a la psicología, Robret S. Hasper
Introducción a la psicología, Benjamin B. Lahey
Introducción a la psicología, Jhon W. Santrock
Citas Electrónicas:
Wikipedia
Encarta 2012
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