EL PENSAR HUMANO



EL PENSAR HUMANO

Por Liliana Romero.

Cualquier conducta equivalente es iniciada por el pensar; en animales como en seres superiores como lo son los humanos. El hablar en un factor que tiene mucha influencia con el pensar ya que día a día nos vemos envueltos en grandes dificultades en la cual utilizamos todo lo que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida.

Según la teoría de Aristóteles:
A través e los conductos de la filosofía escolástica se ha incorporado a nuestra tradición la doctrina aristotélica del pensar. Aristóteles define al hombre como “animal racional”. El alma racional: un principio real, no material (mas tarde: espiritual, creada por Dios e inmortal) le confiere al hombre el poder de pensar. Los animales carecen de razón: no piensan. Los guía el instinto, una especie de conocer directo, infuso en sus cuerpos por una sabia Naturaleza. Es esta una hipótesis metafísica de imposible verificación por medio del método científico. 
La mayor parte de los psicólogos actuales no piensan como Aristóteles. No tienen reparo de adscribir conciencia y facultad de pensar a los animales. K. Lorenz (1942) describe comportamientos de peces de gansos que obligan a admitir un cierto pensar en esos animales. Un cierto pensar, todo lo rudimentario que se quiera, parece ser inherente a la conciencia biológica. Objetivamente se revela el constructor “conciencia pensante” como conducta inteligente cuyas dos características son: intención y compresión. Entiéndase estos términos operacionalmente: el chimpancé que inútilmente salta y se afana por alcanzar la fruta que pende del techo de su jaula, desiste por fin de la conducta motora; pero no, de su problema; tras un rato de “mirar” corre hacia la puerta abierta, en el acto vuelve con un cajón y montado encima de el coge le fruta apetecida. Explicar esta conducta sin apelar a los términos intención y compresión, no es posible. En primera aproximación podemos decir que hay pensar allí donde la conducta que manifieste intención y compresión. Este pensar acaece cuando el animal se ve en la necesidad de tener que resolver una situación problemática. Consiste fundamentalmente en que el animal recibe información sensorial; en que relaciona esta información con otras informaciones previamente obtenidas y retenidas; y en que produce la conducta apropiada a la conjugación de la información directa y de su experiencia anterior. (El chimpancé había visto y manipulado el cajón anteriormente). Entre el “input” del sistema viviente y su “output” están intercalados los procesos moleculares de una corteza analizadora y conectadora. Es esta actividad nerviosa central la que orienta la conducta y le imprime el sello de “conducta pensada”

Según la teoría de Andrés Toledo
El pensar humano es un proceso mental superior que nos permite establecer conexiones entre ideas o representaciones. El pensamiento humano se halla estructurado en esquemas, que son organizaciones jerárquicas de conceptos relacionados entres si mediante proposiciones lógicas. Nuestro pensamiento, sin embargo, no funciona de forma “lógica, puesto que utiliza heurísticos para simplificar el procesamiento de la información; es decir, se salta ciertos pasos en las deducciones lógicas que realizan con el fin de ahorrar energía cognitiva. El resultado es que en muchas ocasiones se producen sesgos en el razonamiento.
Podemos ilustrarlo con un ejemplo: cuando jugamos el ajedrez, nuestro cerebro no analiza todas las jugadas posibles lo cual nos llevaría horas, si no que analiza las mejores o las mas accesibles en ese momento de la partida, ahorrando así energía pero con el peligro de poder cometer mas errores. Dependiendo del nivel de destreza, podemos analizar mas cantidad de información en menos tiempo y con menos recursos (si somos buenos jugadores).

El Desarrollo Madurativo 

Hombres y animales se “ponen a pensar” en las situaciones conflictivas o simplemente problemáticas donde fallan los mecanismos rutinarios de adaptación. Nos ponemos entonces a reflexionar que puede hacerse y como solucionar el caso. Lo que ocurre en nosotros en esa pausa antecedente a la acción, denominamos pensar. Introspectivamente sabemos que en este rato monologamos sobre el problema; lo simbolizamos con palabras y ensayamos soluciones verbales. El problema no ha de ser necesariamente real, puede ser simplemente imaginario; o de lógica formal. Freud (1911) dio una descripción plástica del pensar: “La presionante realidad obstaculiza la secuencia de la conducta motora. Los procesos pensantes tienen el poder de hacerle soportable al sujeto ese aumento de tensión que determina su paralización motora. Pensar es esencialmente un tanteo (verbal) el cual se desplaza en pequeñas cuantías y significa escasas perdida de tensión. Como transcurre ese proceso interior en los animales, lo ignoramos. Lo que sabemos es que no lo vehiculiza el lenguaje.

El pensar humano, dada su ligadura con el lenguaje, es aprendido. Pero este aprendizaje lo condiciona la creciente maduración somática. Por otra parte, para el aprendizaje del pensar parecen se decisivos los años infantiles. Algunos niños que pasaron su primera infancia entre los lobos, no aprenden a hablar ni a pensar humanamente imposible reeducarlos. (A. L Singh y R. M. Singg. 1942). J. Piaget distingue cinco periodos en el desarrollo del pensar humano.

El pensar senso-motor: Desde el nacimiento hasta los dos años. Es comunicación específica, sin intención ni comprensión. Al final del periodo, el niño aprende que los objetos tienen características constantes.

El pensar pre-conceptual, pero simbólico: Desde los dos hasta cuatro años; el niño aprende los nombres de algunas cosas, pero no logra distinguir los nombres de las cosas mismas. De aquí que los aplique a cosas cualesquiera. La péndula del reloj puede se un pajarito; los sonidos se ven; el oso de feipa es indistintamente el gato o el perro. El niño es egocéntrico en esta fase: nombres y cosas solo tienen importancia en función de su pequeña persona. El niño no busca cosas; estas tienen que ir al niño para llamarle la atención. En este periodo aparecen los primeros procesos imitativos. Y se inician las simbolizaciones verbales; el niño comienza a entender la relación entre nombre y cosa. Si se le dice “martillo”, su respuesta será el geto de martillar; o ira a buscar el martillo.
 
El pensar perceptivo: Entre los cuatro y los siete años. El niño comienza a comprender las operaciones reversibles; que el hielo, por ejemplo, se hace agua liquida; y esta, hielo. Al mismo tiempo se desarrolla un pensar que regula las equivalencias: el niño puede hacer cinco o más montoncitos de objetos; o puede medir con una regla una longitud. Pero este pensar esta supeditado a la percepción; el niño sabe simbolizar las cosas con sus nombres, pero no es aun capaz de manipular y organizar la realidad en forma de símbolos. Como el animal, su pensar necesita apagarse a la realidad real. Al verte una cantidad de agua en un vaso de diferente forma, dirá que el volumen ha cambiado. En los laboratorios se trabaja con esferillas que debe verter al niño en recipientes de igual y de diferentes formas. En esta fase no comprende la cantidad y forma son cualidades independientes una de otra.

El pensar operativo concreto: De ocho a doce años; el niño piensa correctamente las operaciones de comprender, separar, reagrupar, ordenar y relacionar. Es señal de que ha adquirido plenamente la noción de la reversibilidad; una cosa puede hacerse y deshacerse, reversiblemente. Comprende ahora la organización de cosas en serie; las posibilidades de formar series, de anumerar y clasificar. Después de entender las secuencias espaciales, comprende también las series temporales. Sin embargo, tampoco este pensar esta emancipado de la realidad concreta; no es aun pensar conceptual. Si de dos caferas de plastilina de igual tamaño, a una se le imprime forma oblonga, un niño de dos a cuatro años piensa que ahora esta cambiado todo; forma, volumen, peso y material. El niño de cuatro a siete años, pensando ya en términos reversibles, dirá que el material es el mismo, pero que el volumen y su peso no lo son. El niño de nueve a diez años admite constancia de peso, pero duda de la relación al volumen. Solo el niño de once a doce años interpretara el cambio correctamente. Se trata, por supuesto, de niños termino medio.

El pensar formal o conceptual: Que es el pensar de adulto, se desarrolla entre los once y catorce años. El pensar se independiza de lo senso-motor y de la realidad perceptiva concreta; el adolescente es capaz de formular simbolizaciones totalmente verbales de situaciones reales. Se inicia en el pensamiento lógico y matemático. Pero sin entender, a lo menos al principio, los fundamentos de tales operaciones. Esta ahora en condiciones de comprender teorías científicas, filosóficas y religiosas. La hondura del pensar conceptual varía enormemente de persona a persona. Las diferencias tienen que ver con la primera educación, el ejercicio, el éxito y las circunstancias casuales. Malebranche leyó el “Discurso” de descartes y basto esta lectura para despertar en el una irresistible vocación filosófica.

En Cuanto a la Lógica

El pensamiento autista se opone a el pensamiento lógico o racional. En este caso, el pensamiento sigue las normas en virtud de las cuales llega a ser congruente consigo mismo y, al mismo tiempo, con hechos objetivos. El pensamiento practico, del cual hemos hablado, tiene que ser lógico, so pena de ser ineficaz. Un pensamiento lógico de índole peculiar es el científico y filosófico. Al hacer ciencia o filosofía manejamos símbolos que se refieren a las cosas y los fenómenos. Estos símbolos constituyen los conceptos. Si bien en la formulación de las hipótesis el pensamiento científico tiene todo el vuelo que quiera; sin embargo, en la critica de las mismas y en la organización de la verificación experimental esta atendido a un lenguaje estricto y lógico, casi siempre matemático. Asimismo, en la formulación de sus resultados.
Para la Psicología del Pensar

Frente a su problema, el animal superior “se pone a pensar”. Motivado por su intención y ayudado por la compresión perceptiva de la situación, ensaya soluciones en forma de actividades motoras, realizadas en el escenario real del problema. El hombre frente a su problema también se pone a pensar. Pero el hombre convierte previamente el problema real en problema verbal; de este modo no malgasta la tensión motivacional que requiere la solución. Es así como el hombre dispone de mucho más tiempo que el animal para resolver problemas. Es esto lo que le permite a uno diferir la solución, pensaría mejor, consultar con la almohada. La psicología del pensar se propone averiguar la que pasa durante ese tanteo que es el pensar; tanteo motor con lo real, en los animales superiores; y tanteo verbal con el problema simbolizado, en los humanos. Po supuesto, el tanteo verbal no suprime totalmente la motricidad muscular; conocemos por experiencia directa la tensión somática que acompaña el pensar, se observa objetivamente las inervaciones motoras, las contracciones musculares, la alteración de la química sanguínea y los cambios del elector encefalograma.

Dejando aparte las teoriza metafísicas, señalamos aquí las mas importantes hipótesis que intentan explicar el pensar. Hemos hecho mención frecuente a la teoría reflexología y conductista que enfoca el pensar como conducta motora cuyos efectores serian los músculos de la dicción, El pensar seria, como toda conducta , periférico: pero lo decisivo ocurre en la central telefónica; no hay conducta aprendida en cuya ejecución no sea decisiva la función cortical. Por otra parte, reducir el hablar a pensar no significa que se haya de pensar gramaticalmente, tal como se habla. Significa simplemente que las simbolizaciones verbales son el soporte indispensable del pensar humano; y que sobre este soporte corre tanto su pensar preconceptual y perceptivo  como operaciones pensantes rutinarias. El soporte verbal puede ser atropellado y hacerse confuso en los momentos en que nos asalta una idea nueva, un pensamiento emocionante por un poder orientador, una súbita luz que ilumina la solución por instantes- Pero para poner orden y claridad en este pensar veloz y liberador, si hace falta el lenguaje. En estudiar una lesión de química o matemática; en explicar, en recordar y en proyectar; el pensar se identifica prácticamente con el hablar.

La psicología estructuralista: En particular la gestaltista se enfoca el pensar como conducta en su relación causal con un campo psicofísico. El problema “que pone a pensar” al animal y al hombre, ofrece una tensión campal entre sujeto y situación; es percibido en función del campo; es una totalidad que tiene una estructura. El pensar, motivado por las tensiones psicofísicas del campo, consiste en tantear las posibilidades de estructurar la totalidad percibida o pensada; y de obtener así nuevas visiones del problema que sean caminos hacia la solución. A continuación un ejemplo:
El primer problema consiste en unir mediante trazos rectos los nueve punto del cuadro, sin levantar el lápiz. El problema se lo puede resolver ningún animal, tampoco el niño menor de 10 años. El adulto lo resuelve con relativa facilidad. Pero pera ello es menester romper la estructura cuadrática: si imaginariamente trazo 3-2, la figura toma una nueva estructura, ahora triangular. Esta restructuración permite sin mas vislumbrar la solución: se traza 1-2-3-1-4.

La labor experimental ha producido unanimidad en cuanto a conclusiones. Así se conviene en considerar la inteligencia individual como el efecto de la cantidad de pensar de un individuo. Es esta la relación entre la inteligencia y pensar. Se admite universalmente que el pensar común y corriente no se acompaña de un alto grado de atención o conciencia; hay en el pensar una elevada dosis de rutina y de automatismo; asimismo intervienen muy operantemente los psicodimamicos inconcientes. Es igualmente cierto que nuestro pensar no es una sucesión de calladas frases y oraciones verbales conforme a la gramática y sintaxis; el ritmo del pensar puede definir grandemente del hablar. El pensar, sin dejar de ser verbal, puede presentar una estructuración propia. Sin embargo, gran parte de nuestro pensar transcurre en el ámbito de un correcto lenguaje monológico y de representaciones verbales claras y ordenadas. La persona culta dispone de un vasto repertorio de pensamientos gramaticales formulados los cuales se manifiestan en su hablar y sus escritos con cierto automatismo y espontaneidad. El estudiante, por medio del aprendizaje intelectual, trabaja precisamente para apropiarse tales cadenas de lenguaje anterior. De ultimo señalamos algunas modalidades del pensar humano:

El pensamiento Practico
El pensamiento Autista
El pensamiento Lógico y Científico
Conclusión

El pensar es una fase por la cual pasan todos nuestros conocimientos y razonamiento, ya que la usamos en todo momento de nuestras vidas, cada día a prendemos algo nuevo que nos da una enseñanza la cual nos sirve a cada instante. Casa año que vivimos recolectamos nuevas experiencias las cuales nos dan una madurez constante que nos ayuda a tener conocimiento de cada tema puede ser en lo laboral como en lo social. Pude aprender que el pensar humano no solo es lo que pase por nuestra cabeza diariamente si no aquello a lo cual en un momento indicado lo clasificamos, lo analizamos y pensamos si es bueno o si es malo o tan solo es aquello que entra en nuestra cabeza y estudiado por nosotros pero tomamos en cuenta en las experiencias adquiridas, para así tener conocimiento de nuestras acciones o decisiones.


 LIBRO DE PSICOLOGIA (UN ENFOQUE ACTUAL) EDICIONES INSULA- CARACAS. AUTORES IGNACIO BURK Y P.L. DIAZ  GARCIA
 http://andrestoledopsicologia.blogspot.com/2008/02/el-pensamiento.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Pensamiento


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