DIFERENTE y ORDINARIA

Por Liliana Romero

He sabido que en un solo día se puede vivir mucho, pero luego…

El aroma de normal me embiste y se esfuma la brillantez

vuelvo a lo ordinario, al torpe colectivo

donde estamos todos encima de todos, pero desolados.

Apurados en una prisa corrupta, manchada de un no querer andar

por eso quiero fugarme a donde hay espacios, pero;

vuelvo a la igualdad, al soborno del tiempo, a la queja perenne

una unción de inmundicia que encharca mis pies descalzos.

A instantes de la razón, vuelvo a mutar infinitamente mínimo

soy todo y no soy algo cuando me desprendo en ondas, sonidos comunes y no comunes con su mayor exponente.

Un cabello que oscila despierta mi piel y sus vellos se erizan, el sol me resplandece, sonrío y soy la sonrisa, la sangre de las venas, el fluir de la savia.

Todo es vida y se me va, en el olor común y la rutina de los existentes.