LA GLÁNDULA TIROIDES
La tiroides o glándula tiroidea es una glándula neuroendocrina, situada justo debajo de la nuez de Adán junto al cartílago tiroides y sobre la tráquea. Pesa entre 15 y 30 gramos en el adulto, y está formada por dos lóbulos en forma de mariposa a ambos lados de la tráquea, ambos lóbulos unidos por el istmo. La glándula tiroides regula el metabolismo del cuerpo, es productora de proteínas y regula la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas.
La tiroides tiene una cápsula fibrosa que la cubre totalmente y envía tabiques interiormente que le dan el aspecto lobuloso a su parénquima. Además la aponeurosis cervical profunda se divide en dos capas cubriendo a la tiroides en sentido anterior y posterior dándole un aspecto de pseudocápsula, que es el plano de disección usado por los cirujanos.
La tiroides es una glándula endocrina situada delante y a los lados de la tráquea y en la parte inferior de la laringe. Es una glándula que tiene unos síntomas característicos que avisan de esta posible alteración dentro del organismo.
Puede afectar a cualquier grupo de edad. No obstante, tras varios estudios realizados a gente anciana y observar un elevado porcentaje de los mismos que padece este desequilibrio, se recomienda que los mayores de 65 años realicen unos análisis de su TSH, es decir, Hormona Estimulante del Tiroides para controlar su desarrollo y evolución.

La tiroides, como el resto de partes del cuerpo, puede fallar, y existen distintas señales que nos alertan de un posible fallo de la tiroides. Uno de los principales síntomas de tiroides es la diarrea, que suele ser un indicador de hipertiroidismo. Esto se debe a que la glándula tiroides es demasiado activa y la persona tiende a sufrir frecuentes diarreas, para lo que es interesante realizar una dieta blanda para paliar estos síntomas y regular el estómago.
Pero también se puede dar el caso contrario, es decir, de estreñimiento; esto se debe a que la glándula tiroides es demasiado lenta, y no tiene fuerza para regular la eliminación de las heces. En caso de que este síntoma vaya acompañado de la caída del cabello, el resultado puede ser hipotiroidismo. Otros indicadores complementarios de hipotiroidismo son la sequedad de la piel o la falta de atención (facilidad para despistarse.
Comentarios
Publicar un comentario