EL MIEDO DE LOS PRESOS


I PARTE Escrita por Leiker Galué

En las distintas cárceles del mundo se observan situaciones que causan controversia,  actos de violencia, abuso sexual, vejaciones, abuso policial, etc. Una gran problemática que enfrentan los reclusos cada día en nuestro país, pero nos preguntamos ¿qué temen los presos?
  • En cuanto a la familia: 

    Los individuos que cumplen condenas siempre temen al abandono de sus familiares, a no ser visitados por nadie, a ser olvidados por sus esposas e hijos. Igualmente para el momento de salir de la cárcel existe el temor de no ser aceptados o recibido por sus familiares. El miedo, entonces, depende de la influencia e interacción con el entorno y de la situación en la cual nos encontremos.

Un preso debido a que se encuentra privado de libertad no comparte suficiente tiempo y espacio con sus familiares lo cual le afectaría en gran modo ya que la familia es un pilar estructural en la vida de cada ser.  Sería un miedo diferente por cada miembro de familia: 

Hijos: crecerán con un padre a distancia, que no compartirá, no jugara, no tendrá ese apoyo que brinda un padre, tendría un mal ejemplo a seguir ya que si el padre esta privado de libertad no fue por santo, y se estaría criando a un posible delincuente. 
Padres: ya que dentro de las prisiones se suscitan muchos actos de violencia los cuales podrían afectar al recluso este o no involucrado. 
Pareja: si hay hijo/s sería difícil su crianza ya que no existiría el mismo apoyo y esa figura paternal o maternal como ejemplo, también existiría el miedo acerca de la fidelidad de la pareja. 
Este miedo se presenta debido a la distancia entre la familia y el recluso, por la escasa  información que tiene de su familia, o por problemas en el entorno de la familia que el por estar privado de libertad no puede intervenir.
  • Violencia: 

El recluso también podría presentar miedo a los actos de violencia que se desarrollen en su entrono dentro de la prisión dependiendo si lo afectan físicamente ya que a menudo las cárceles albergan entre un 30 y un 100 por ciento de prisioneros más del número para el que fueron construidas,  Estos hechos reflejan un patrón alarmante de violencia carcelaria en la región, que es consecuencia directa o que se ha visto agravada por una serie de problemas endémicos como hacinamiento crónico de las prisiones, carencia de acceso a servicios básicos como espacio adecuado, agua potable, alimentos, cuidados sanitarios e higiénicos básicos, lo cual podría costar la vida de muchos presos. 

Otros miedos devienen de la falta de seguridad interna, del comercio de armas, drogas y ajustes de cuentas dentro del penal.

  • Acoso sexual: 

La venta de prisioneros como esclavos sexuales dentro de las cárceles de es una de las modalidades a las que están recurriendo las pandillas para incrementar su poder y ganancias. Miembros de bandas o pandillas obligan a los reclusos a ser objeto sexual de otras pandillas como un mercado sexual a cambio de respeto o algún bien material dentro de la prisión.  

El miedo de los reclusos es ser víctimas de este mercado sexual ya que no solo son víctimas de acoso sexual sino también de actos violentos que tientan contra su vida.  

  • Miedo al rechazo social: 

Porque las personas que estuvieron en una cárcel ya están marcadas como desadaptados sociales, por lo cual resulta dificultoso al buscar trabajo lo que les impediría forjar un futuro. 
Sería un miedo miedo irracional de que otros no te aceptarán por cómo eres o fuiste, lo que piensas o cómo actúas o actuaste. Lo cual afecta también su estado de ánimo y no se impulsa a seguir adelante y rehacer su vida. Para la gran parte de la sociedad un ex convicto es considerado a pesar de haber cumplido una condena, como un delincuente, sin importar las razones por las cuales estuvo preso. Es común que se les haga difícil conseguir empleo o relacionarse con otras personas. 

  • La celda de castigo: 

Es un espacio aislado de los demás reclusos, donde se llevan a los que no siguen las normas o tienen mala conducta. Los reclusos tienden a tenerle miedo porque allí le someten a varios tipos de torturas físicas y psicológicas en condiciones infrahumanas. Donde no te dan a veces nada de comer ni atención medica por varios días y hasta semanas, lo que le podría ocasionar trastornos graves y hasta la muerte.  Esta clase de brutalidad extrema han estado ocurriendo en las prisiones, junto con muchas otras formas de abuso, tales como la violación, las “extracciones” de celdas en que una manada de guardias se abalanzan sobre una celda y apalean a un preso y las unidades de aislamiento donde torturan a los presos con la privación sensorial. 


Bibliografía 
  • Papalia. Diane E. Desarrollo Humano. 9° ed. 2005. 

  • Fedelman, Robert S. Psicología con aplicaciones en países de habla hispana. 6° ed. 2004. 
  • Alberto L. Merani, Maritza Montero Psicología .1984. 

  • Diccionario Enciclopédico LAROUSSE .2007. 



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